Se que hay
casos graves sobre gente acumuladora compulsiva.
Son
terribles y me apena mucho que la gente sufra así..
Lo mío es
solo una tendencia a la acumulación.
De chiquita
me gustaba juntar cosas.
Creo que se
trata de acumular recuerdos.
Me gustan
los recuerdos.
Son una
especie de prueba de que uno estuvo “ahí”, de que “vivió”, de que fue parte de
algo.
Recuerdo que
juntaba los envoltorios de los caramelos, los boletos del colectivo, las
servilletas de algún lugar donde me llevaran a comer, las entradas del cine.
Después empecé
a juntar hojas secas, cajas, papeles.
Lo que más
amaba hacer eran especies de murales en mis paredes.
Pegaba cosas,
dibujos, tarjetas, frases, recortes de revistas, etc.
Sigo
conservando esa tendencia a la “pegatina” en las paredes o cualquier superficie
lisa que encuentre.
Como hacia
en todos mis trabajos en los lockers, donde pegaba stickers y toda clase de
dibujos y adornitos coloridos.
Es mi toque personal,
mi sello.
Con los años
trate siempre de controlarme con mi tendencia a la acumulación y empecé a
“reducir” los recuerdos lo mas que pude.
No le veo
nada malo mientras no comience a obsesionarme por ellos.
Solo lo veo
como arte.
Los guardo
en mis “agendas-diarios” donde pego a modo de collage cada recuerdo del
día…para que quede el testimonio de las cosas que viví.
Imagino que
en algún futuro posible alguien se tomara la molestia de mirar mis cuadernos,
mis murales, todas estas cosas que ahora amo y conservo como tesoros valiosos.
Uno es lo que
ama.
Yo amo la
belleza de las pequeñas cosas.
Un
envoltorio de caramelo que me regalo alguien que me quiere, será entre mis
recuerdos un detalle valiosísimo en el collage que voy creando a medida que
pasan los días.
Supongo que
uno vive con la esperanza de ser recordado…por eso acumula…para no olvidar, y
que te olviden…
No me
olvides!
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