No
quisiera que me tomen como una maniática religiosa, pero necesito hablar sobre
mi Biblia.
Esta
era mi Biblia, ésta marcada, resaltada y escrita, porque la leí y releí hace
tiempo.
Se
que la gente a veces es prejuiciosa con las religiones. Sobre todos con los mal
llamados “evangelistas”. He podido escuchar toda clase de burlas a lo largo de
mi vida. Aunque también conocí gente respetuosa. Las mejores amigas que he
tenido eran católicas. (No me criaron para tener prejuicios religiosos, así que
no tengo nada en contra de otras religiones-exceptuando que los santos me dan
cierto temor-).
Lo
que quiero decir es que nací en una religión, y para mi fue natural. No podría
ahora de grande decir que creo en otras cosas. Soy evangélica por una razón. Por
mi mamá, que fue a la iglesia pidiéndole a Dios hijos, porque no podía
tenerlos.
Y
como eso fue lo que tuve de chica, lo creí de corazón…con esa inocencia que
tiene uno de pequeño, creyendo que el mundo puede cambiar y que la gente es
buena.
Creí
ciegamente.Y no digo que ahora no crea, porque sigo creyendo.Pero ya no es lo
mismo para mi. Porque no solo perdí la inocencia….sino que perdí a mi mamá…y
eso me ha hecho estar enojada con Dios mucho tiempo. No digo que haya hecho las
pases con el…solo que ya no le reprocho nada…
Sigo
cruzándome a lo largo de mi vida con gente que cree lo mismo que me inculco mi
madre, y siempre se me llena el corazón de alegría cuando veo que queda algo de
fe en el mundo. Siempre me gusta eso.
También
están esos que me condenan…pero la verdad, se que solo Dios puede condenarme y
perdonarme. Asi que esa gente no me importa en realidad.
Conozco
la Biblia, sus
textos de memoria, y tengo bellos recuerdos de épocas vividas en la iglesia. Me
gusto haber creído ciegamente…me gusto tener el corazón puro y lleno de fe…me
gusto la religión que mi madre me dio y no la cambiaría nunca, ni jamás me
avergonzaría de ella.
Lo
que me hace escribir sobre este tema, es lo que me produce ver gente que
cree…me da cierta nostalgia de un tiempo feliz…y obviamente, me recuerda a mi madre,
con esa fe casi de niño…en todas esas personas religiosas que conozco la veo a
ella…y extraño verla con su Biblia, escucharla hablándome de Dios…a veces
imagino que si ella estuviera volvería a nacer en mi un poco de toda aquella fe
que he perdido.
Aún así,
sigo creyendo en Dios y en todas las
cosas que aprendí. Tal vez no cumpla todo al pie de la letra, pero lo esencial
vive en mí…y tengo mi Biblia ahí, para abrirla cuando quiera, y Dios sigue ahí cuidándome
porque un ángel se lo pide cada día.
Supongo
que quería escribir sobre algo que mucha gente no entiende y tal vez nunca
puedan entenderlo, tal vez por eso sea más fácil burlarse o juzgar. Pero sentí
que debía decirlo: me alegra haber sido criada en una religión que me enseño
siempre a ser buena persona. No me avergüenzo de eso. Me enorgullece creer en
lo que creo y me alegra saber que mis sobrinos también se están criando en la
misma fe. Siempre es bueno tener en que creer. Y por más que he tenido
conflictos con gente de mi misma religión, nunca voy a dejar de ser lo que soy:
CRISTIANA Evangélica, porque eso es una de las cosas que me hacen ser la
persona que soy, porque es algo que lo llevo en mi sangre, que mi madre me lo
transmitió cuando estaba en su vientre.
Si
hay algo que mi mamá tuvo en su vida fue fe.Y nunca podré renegar de ella.
Me gusto
haber creído como antes creí en un mundo mejor…ahora lo veo como un sueño
demasiado idealista , demasiado utópico…pero siempre encuentro gente que me
muestra esa fe pequeñita como un grano de mostaza…y entonces sonrió, porque por
un segundo creo que es un sueño posible y es como si mamá viviera otra vez!
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