miércoles, 3 de agosto de 2016
Una muñeca para mi corazón
Me encanto esta historia sobre muñecas:
“Cuenta la historia, que Franz Kafka, se encontró con una niña en el parque al que se iba a caminar todos los días. Ella estaba llorando, había perdido a su muñeca y estaba desolada.
Kafka se ofreció a ayudar a buscar a la muñeca y se dispuso a reunirse con ella al día siguiente en el mismo lugar. Incapaz de encontrar a la muñeca compuso una carta “escrita” por la muñeca y se la leyó cuando se reencontraron.
“Por favor no me llores, he salido de viaje para ver el mundo. Te voy a escribir sobre mis aventuras “. Este fue el comienzo de muchas cartas. Cuando él y la niña se reunían, él la le leía estas cartas cuidadosamente compuestas de aventuras imaginarias sobre la querida muñeca. La niña fue consolada.
Cuando las reuniones llegaron a su fin, Kafka le regaló una muñeca. Ella obviamente se veía diferente de la muñeca original. Una carta adjunta explicó: ‘mis viajes me han cambiado… “
Muchos años más tarde, la chica ahora crecida, encontró una carta metida en una grieta desapercibida dentro de la muñeca. En resumen, decía: ‘. Cada cosa que amas, es muy probable que la pierdas, pero al final, el amor volverá de una forma diferente’ “-
(Kafka y la muñeca: la omnipresencia de la pérdida, de May Benatar)
Es hermosísima ¡
Me encantan las muñecas .No tuve muchas, pero a las que tuve las ame con locura.
No hay nada más lindo en la vida que andar con una muñeca en las manos.
He perdido todas mis muñecas de la infancia.
Así como he perdido seres que ame.
Pero siempre el amor vuelve a mí en otras formas.
Hubiera querido tener en mi vida una muñeca de carne y hueso (eso que los demás llaman hija)…pero la vida misma me la ha negado.
Por ahora hago mis muñecas de trapo. Pero como entiendo a Gepetto!!!
Me hace falta un hada buena que haga mis sueños realidad
El nombre para mi cuento ya lo tengo. Se llama Keila.
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