Hay un recuerdo que me quedo marcado por siempre en mi memoria.
El recuerdo del bebé de Joana.
Se llamaba Lauty, vimos crecer su panza y lo esperábamos
ansiosos.
Para mi Joa era una de esas personas que uno no puede evitar
querer.
Se parecía mucho a mi hermana.
Por esas cosas crueles del destino Lauty nació con problemas.
Una enfermedad genética que lo dejaría discapacitado de por
vida.
Eran malas noticias.
Pero Joa quería luchar por él.
Lamentablemente luego de cuarenta días, más o menos de nacido
Lauty falleció.
La noticia nos dejo devastados.
Recuerdo que saliendo del trabajo me subí al subte y en el mismo
vagón viajaban un grupo de chicos con sus camperas de egresados y sus nombres
en la espalda.
Había uno parado casi al lado mío cuyo nombre era “Lauty”
Me quede mirando su nombre conteniendo las lágrimas.
Pensando “y si Lauty hubiera vivido…si hubiera llegado a egresar
del colegio y estuviera riendo con sus amigos a la salida del cole”
Yo soy de esas personas que siempre piensan en el “Y SI HUBIERA
SIDO”
Discúlpenme ustedes los realistas…pero yo soy así.
Me niego a aceptar las cosas tristes que pasan sin luchar.
Me quede pensando que tal vez en otra realidad alternativa Lauty
estaría vivo y sería feliz.
Al menos el pensarlo mitiga un poco el terrible dolor de la pérdida.
Siempre pienso en el “Lauty” del subte.
En el Lauty vivo y me siento un poco mejor.
Uno no entiende porque unos viven y otros mueren .Es el terrible
asunto del destino.
No hubo ni habrá nada que pueda consolar a Joa por la perdida de
su hijo.
Solo sé que siempre habrá un Lauty viviendo en su corazón.
Ese Lauty que pudo haber sido y no fue…
El Lauty del subte que ríe a carcajadas con sus amigos y no sabe
nada sobre finales infelices.
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