Mi vida,mi mundo,mi hogar era la iglesia.
Recuerdo que un día habiamos llegado muy temprano con Vale (mi mejor amiga de aquellos días)y estaban en el ensayo de coro).
Era en la Iglesia de Burzaco en la calle 25 de Mayo.
Nosotras dos formabamos parte del anexo de Claypole,y soliamos ir de visita.
Dorita nos vio y ahi de prepo nos probo las voces y nos unio al coro de la iglesia.
Vale era contraalto y yo soprano.
Me encantaba cantar y la idea de hacerlo en grupo era fantastica porque yo creía ,me proporcionaría cierta invisibilidad.-Entre muchos nadie me notaria-
¿y porque recorde esa escena?Porque me entere que el 29 de Julio Dorita falleció.
Y me sentí tan triste...
No eramos cercanas...
Yo deje de ir a la iglesia en un determinado momento y ya no volví a verla más...
Aquella epoca que compartimos fue la epoca en que mamá vivia,por supuesto.
Pero Dorita era una mujer tan encantadora.
No era muy atractiva fisicamente,pero era simpatiquisima.
Muy charlatana,muy vivaz,muy feliz.
Ella y Eduardo(su marido)eran,y son aún para mi,la única pareja cristiana que realmente vivía para servir a Dios.
No puedo decir absolutamente nada malo acerca de ellos dos.
No aparentaban ser algo que no eran...si no que sus vidas reflejaban el verdadero ejemplo de vida cristiana.
Supongo que como humanos habran cometido errores...pero a mi siempre me parecieron adorables juntos.
Y pensar que Dorita ya no estaba más...me puso triste...por los que quedan sin ella...
Porque sé que ella siempre deseo ir al cielo a reencontrarse con sus padres...
Supongo que el hecho de que alguien muera me retrotrae a ese momento horrible que vivi cuando mamá falleció.
De todas formas yo estaba el sabado a la noche paseando y riendo ...pero de a ratos recordaba que había otros que fueron parte de mi vida,que en ese mismo instante estaban en el velorio de Dorita...
Para ellos,los que quedaron sin su presencia fisica,le pido a Dios que les de fuerzas y los bendiga mucho.
Yo por mi parte atesorare los buenos recuerdos que me quedaron de esa dulce y maravillosa mujer que me dió un lugarcito en el coro sin jamás haberselo pedido.Ese simple gesto para mi fue absolubtamente valioso.
Te recordare cantado Dorita...supongo que estaras cantando en el cielo ahora.
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