Me gusta cumplir años.
No me gusta envejecer.
Ni me gusta decir mi edad.
Me gusta festejar...sentir que hay un día solo para mi.
Pero también me entristece...
Pienso en que cada año tengo menos familia...
Seres queridos que perdí para siempre ...y otros con los que estoy distanciada.
Tengo una casa materna a la que ni siquiera me gusta llegar porque no me siento bienvenida.
Me siento expulsada de mi propia familia...
Y eso me llena el corazón de tristeza.
Sé que debo aferrarme a lo que realmente importa.
Y eso es que tengo que recordar que hay gente a mi lado queriendome como soy.
Debo mirar mi vida hoy y valorar esas pequeñas cosas que tanto amo,como mis dibujos,pinturas y todas esas cosas que hago cada día como mi mural de El Principito...y tantos otras cosas que me hacen muy feliz.
Sé que debo concentrarme en todo lo bueno y dejar de lado lo malo...porque ya no tiene remedio.
Así es la vida.
Y como soy una sobreviviente debo seguir adelante y encontrar un motivo para sonreir en mi cumpleaños.
Sé que mamá desde el cielo desea verme feliz.
Y aunque mi realidad no sea perfecta...la vida siempre me da nuevas oportunidades para ser feliz.
Por eso,en esta nueva vida que tengo ahora voy a inagurar nuevas tradiciones y buscar nuevas maneras de seguir festejando el milagro de estar viva.
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