domingo, 11 de septiembre de 2016

En el Dia del Maestro




Estuve leyendo un libro que trataba,entre otras cosas,de un adolescente que se hacia amigo de su profesor de literatura.
Me hizo acordar un poco a mi en la secundaria.
En el primer año tuve a una excepcional profesora de Literatura.
No fue mi amiga. Yo jamás fui sociable
Y en aquellos años de mi adolescencia era absoluta y totalmente tímida.
Pero ella me descubrió.
Un dia me dijo cuanto yo la había sorprendido. Y lo dijo delante de mis compañeros ,lo cual me provoco unas terribles ganas de esconderme debajo del pupitre.
Y no solo le gustaba la forma en que escribía, si no que además averiguó mi pasión por el dibujo charlando con mis otros profesores.
Recuerdo que me hacia pasar al pizarron a dibujar para todos mis compañeros.
Ahí me gane mi primer apodo :como me vestía de rosa y me ponía colorada de la vergüenza empezaron a decirme "frutillita".
Mi profesora creía en mi y me lo demostraba todo el tiempo destacandome frente a los demás, cuando yo ni siquiera quería que notarán mi existencia.
Quise escribir sobre ella en este dia del maestro, porque creo que tenia la verdadera vocación de enseñar.
Era una mujer tan entusiasta. Transmitía sus ganas y su amor por la literatura.
Daba gusto estar en su clase porque ella amaba estar ahí.
Por suerte para mi la volví a tener en mi ultimo año del secundario.
Hasta me hizo amar el Martin Fierro!
Con ella cualquier libro era mágico.
Cuando yo era chiquita no tenia mucho acceso a los libros.
Pero tuve un buen ejemplo :siempre veía a mi papá leyendo. Le gustaban eso libritos de bolsillo con historias del lejano Oeste.
Yo me acerque a los libros gracias al colegio. Me hice visitante frecuente de la biblioteca.
Y gracias a los libros de texto que nos daban conocí a grandes autores.
Con mi profesora de Literatura ame a Cervantes y su Don Quijote y tantos otros.
Creo que hay personas que llegan a tu vida para dejarte huellas imborrables.
Yo tuve maestros y profesoras increíbles que me hicieron amar materias que jamás pensé amar ;como química...
Y esta proferosa en particular fue alguien que me dio esa confianza en mis letras a las cuales me esforzaba por mantener ocultas.
Escribir para mi siempre fue como respirar, y ella en un aula de cuarenta y cinco alumnos pudo notarlo.
Y se esforzó por enseñarme a enorgullecerme de las cosas que amaba.
Y que mi ingenua idea adolescente de esforzarme por ser invisible me hacia perderme de muchas cosas.
Que bueno que ella no dejara que aquellos años pasara inadvertida
Que bueno que me dio un lugar de privilegio en su clase sin jamás haberlo querido o pedido.
Por eso,para ella y todos los docentes que tiene la verdadera vocación de enseñar,que no se conforman solo con cumplir un programa si no que además abren las mentes de sus alumnos :un muy feliz dia del maestro!
Gracias por marcar la diferencia!

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