martes, 5 de diciembre de 2017
Poema a un submarino
Nada se pierde
definitivamente...
podrá ser el destino,
tal vez la mala suerte.
Cuarenta y cuatro
esperan su rescate...
rescate del dolor
de estar perdidos
y de que tantas veces
se los mate.
Las corrientes marinas
llevan a lo profundo
las pocas esperanzas
que quedaban
Y yo pinto
cuarenta y cuatro
estrellas
por todas esas vidas
apagadas.
(Dedicado al ARA SAN JUAN)
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