jueves, 30 de junio de 2016

Recuerdos de papá







 No sé si a ustedes les habrá pasado…yo amé a mis padres.
Ya no los tengo, los dos fallecieron.
Perder a mi mamá me cambió la vida.
Perder a mi papá me dejo mas sola.
ESTABA UN POCO MAS PREPARADA PARA PERDER A MI PADRE (aunque no creo que jamás nadie este preparado para eso)
Cuando papá murió mi corazón se partió en mil pedacitos, pero resolví que trataría de recordar todo lo bueno de el siempre para mantenerlo con vida en mi corazón.
Uno de mis recuerdos favoritos de papá es sobre mi libro de lectura.
Sobre esa vez en que llore (soy una persona llorona) porque no me salía un dibujo.
Recuerdo a mi papá sentarse a mi lado ahí en nuestra cocina y con su dulce paciencia dibujar mientras yo lo miraba como quien mira a un sabio realizar sus proezas.
Papá me enseño a dibujar ese día (una de las cosas que mas amo).
No me dio una clase, ni me enseño técnicas, ni nada de eso…simplemente dibujo en silencio mientras yo lo miraba.
Estaba sorprendida deseando tener la misma magia en mis manos.
Y la tuve, supongo que la heredé de el.
Eso me enorgullece.
Mis padres no participaron mucho en mi vida escolar. No me hacían las tareas, ni los trabajos, ni recibía ayuda de ningún tipo y nunca me importo porque estudiar era sencillo para mi y amaba hacerlo.
Lo único que papá hizo fue sentarse a mi lado y dibujar.
Y eso me quedo grabado en la memoria para siempre.
Como amé a mi papá!
Me gustaba verlo escribir con “la zurda” esa hermosa letra imprenta.
Amaba las letras escritas. Las de papá me encantaban.  De mamá también, pero ella escribía en cursiva. Nunca me gusto escribir en cursiva,  me hacía sentir muy expuesta. Ame siempre la letra imprenta, una letra más de libros.
Papá escribió en imprenta, yo guardaba las cartas que me enviaba de Corrientes.
No puedo culparlo por todo lo que paso. Ni odiarlo.
Me pasaba con papá que lo veía y lo amaba más (si es que eso era posible)
Siempre me gusto la relación que tuve con mi padre.
Era simple.
Éramos tan iguales y tan distintos a la vez.
El era mi papi y yo su “negrita”. Eso nunca cambio.
Ahora ya no esta la mesa en la cocina donde me sentaba a hacer mi tarea…ya no esta el…tampoco mamá…solo quedan recuerdos…
Fiel a mi misma, me aferro a ellos cuando estoy triste y me digo “yo tuve esto, yo fui feliz” y sonrío.
Tomo mi papel, mis colores y comienzo a dibujar algo…y se que esto no sucedería de no ser por papá.
Y entonces lo amo mas (si aún es eso posible) Lo amo más allá de la vida!

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