Me gusta estar al aire libre...será una herencia de mis padres que vinieron de provincias a vivir a la gran ciudad...amo estar en un campo y sentir el viento en la cara sentada bajo la sombra de un arbol.
De adolescente fuí la tipica chica estudiosa que vivia encerrada entre libros y apuntes.
Me salvaba el tener una frondosa imaginación que hacía que jamas me sintiera del todo cautiva por cuatro paredes.
Ahora de mas grande encontre un compañero de paseos y prefiero pasar mis días por parques y plazas.
Es una dicha que no se puede explicar con palabras... tirarse en el pasto y mirar el cielo.
Escuchar el canto de los pajaros.
Ver revolotear una mariposa.
Todo me parece magico.
Y amo ser parte de eso.
Pasar tardes tomando mate o dibujando o simplemente disfrutando de esos momentos entre la naturaleza.
Siento que se me despeja la mente y me llena el alma de felicidad.
Es algo simple...pero para mi se me ha vuelto indispensable.
Entiendo a mamá que prefería pasar tardes enteras en su jardín,o a papá que madrugaba para sentarse en el patio a tomar mate.
Yo soy igual ahora.
Amante de la naturaleza,los arboles,las plantas,los pajaros,las mariposas,y todo eso que da estar al aire libre.
Es como dejar que se te ventile el alma de las malas ondas de la vida.
No lo cambiaría por nada.
Todos deberían probar la terapia del aire libre para sanar el corazón.
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